El macabro hallazgo del cuerpo de David Javier Triana, con 60 heridas en su cuerpo, sacudió a la ciudad de Bogotá. Las evidencias recabadas en la escena del crimen apuntaban a un ataque premeditado y brutal, lo que rápidamente condujo a la detención de Ana María Quitian, expareja de la víctima. Desde el inicio, las sospechas se centraron en ella, convirtiéndola en la principal sospechosa de este horrendo crimen.

A pesar de la contundencia de las pruebas en su contra, Quitian ha mantenido su inocencia, alegando haber actuado en legítima defensa ante una agresión por parte de Triana. Sin embargo, las circunstancias en las que fue encontrado el cuerpo, así como los testimonios de testigos, contradicen esta versión, pintando un cuadro oscuro de un crimen planeado y ejecutado con saña. En una entrevista exclusiva desde el centro de detención, Quitian ha decidido romper el silencio y relatar su versión de los hechos, buscando demostrar su inocencia y evitar una condena que considera injusta.
Sus declaraciones, cargadas de emociones encontradas, intentan construir una narrativa que justifique sus acciones y desvíe la atención de los investigadores. Mientras tanto, la opinión pública se mantiene dividida, entre quienes creen en la versión de la defensa propia y quienes consideran que Quitian es la autora intelectual de este atroz crimen. El juicio, que se llevará a cabo en los próximos meses, será el escenario donde se enfrentarán las diferentes versiones de los hechos y se determinará la culpabilidad o inocencia de Ana María Quitian.