EL JUGLAR VALLENATO
Una de las más grandes leyendas del #vallenato moderno es el #acordeonero Jesualdo Bolaño, “Bolañito”. Un hombre que tiene una singular historia que, paradójicamente, lo catapultó: por la vida desordenada que llevaba estuvo a punto de perder su vida, su esposa y su familia. Hasta que el Viernes Santo de 1992 decidió entregarse a Dios. Con una particularidad: terminó siendo el pionero del vallenato cristiano. Nuestro periodista Héctor Sarasti lo entrevistó en La Florida (Estados Unidos) en donde cuenta su historia de vida, un testimonio que lo asombrará.
El cantante y acordeonero colombiano Jesualdo Bolaño, “Bolañito” o “el Bola” es en el mundo del vallenato el máximo exponente de la fe cristiana. Entre otras cosas, porque cuando se convirtió a esa creencia religiosa si se miraba para adelante o para atrás, no había ni venía nadie con el perfil musical de él. Por eso, picó en punta desde ese Viernes Santo 17 de abril de 1992, día en el que dejó para siempre su vida de excesos. Descendiente del creador del paseo y del son vallenato como lo fue Francisco Irenio Marzal Bolaño (1902-1962), más conocido como “Chico Bolaños”. Jesualdo incursionó en la música cristiana en momentos en que otros géneros dominaban el panorama artístico en esas congregaciones.
Bolañito y un cambio drástico
Entrar no le resultó sencillo, pues muchos se quejaban –por decirlo así- del ‘exceso de sabrosura’ que planteaba un vallenato bien tocado por alguien como Bolaños que venía de de las grandes ligas de ese folclor y, en particular, de la hoy desaparecida agrupación ‘Los Pechichones’. Eso, incomodaba a uno que otro pastor o creyente que sentían como si la fuerza natural que tiene el vallenato fueron a desviar los pasos de la feligresía. Bolaño demostró que no y que, por el contrario, esa música estaba llamada a alegrar las almas.
