El miércoles 25 de junio de 2025 marcó un hito en la lucha contra el crimen organizado en Ecuador. José Adolfo Macías Villamar, alias ‘Fito’, considerado el narcotraficante más peligroso del país y líder del grupo criminal Los Choneros, fue capturado en un operativo silencioso y meticulosamente ejecutado por el Bloque de Seguridad en Manta, su ciudad natal.
La clave para dar con su paradero fue una llamada anónima. Aunque la inteligencia militar ya lo tenía en la mira desde hacía dos meses, esa denuncia fue decisiva. La operación, bautizada como ‘Gran Fénix 28’, desplegó a más de 200 policías y militares. El cerco fue discreto: no hubo disparos, ni persecuciones, solo precisión quirúrgica.
Fito se ocultaba bajo tierra, en un búnker de concreto de 50 centímetros de espesor, iluminado con un sistema eléctrico improvisado, ventilado y acondicionado para largas estadías. El escondite estaba debajo de una casa de lujo valorada en más de un millón de dólares, con piscina, gimnasio, acabados de mármol y muebles de alto nivel. No había cámaras, ni seguridad visible. Sin embargo, cuatro guardaespaldas fueron detenidos con él; uno tenía antecedentes por asesinato y robo.
Cuando lo encontraron, Fito no opuso resistencia. Su frase al ser capturado fue: ‘Ya estoy capturado, ministro, no sé cómo la pinta’. Horas después, fue trasladado a Guayaquil en una avioneta militar y escoltado hasta La Roca, la cárcel de máxima seguridad de donde ya se había fugado en 2013 y nuevamente en enero de 2024, disfrazado con uniforme militar.
Capturado José Adolfo Macías Villamar, alias ‘Fito’
Fito enfrenta 34 años de condena en Ecuador por homicidio, narcotráfico y crimen organizado. Además, Estados Unidos lo requiere en extradición por siete cargos federales, entre ellos, conspiración y vínculos con el Cártel de Sinaloa. Su nombre ya está en los registros de la Corte del Distrito Sur de Nueva York.
Los Choneros, organización que nació en Chone en los años 90, se consolidaron bajo su mando como un cartel transnacional violento, con redes de lavado de dinero, control carcelario, influencia en puertos y nexos con cárteles mexicanos. El gobierno ecuatoriano celebra la captura como un golpe estratégico, aunque la amenaza sigue latente. Alias ‘Fede’, otro cabecilla, aún sigue prófugo.
Como dijo el presidente Daniel Noboa: ‘Caerán más’. La guerra contra el narcotráfico no ha terminado, pero con Fito tras las rejas, el Estado recupera algo de control en medio de una lucha que aún tiene muchos capítulos por escribir.