Ex habitantes del extinto Bronx de Bogota, revelan con pruebas sobre una leyenda urbana: un cocodrilo como mascota “del miedo”
En las profundidades del extinto temible Bronx de Bogotá, un lugar donde la ley parecía ausente y el miedo era el único gobernante, habitaba una criatura que amplificaba la sensación de peligro: Pepe, el caimán. Esta leyenda urbana, que se ha tejido con hilos de realidad y ficción, cuenta la historia de un reptil que se convirtió en un símbolo de la violencia y la decadencia que caracterizaban a este sector de la ciudad. Se dice que Pepe fue traído al Bronx cuando era apenas una cría y que, a medida que crecía, se convertía en una figura cada vez más temible.
Los habitantes de calle, sometidos a las más duras condiciones, vivían bajo la constante amenaza de este depredador, que según los rumores, era utilizado como instrumento de tortura por los líderes criminales que controlaban la zona. La imagen de un caimán nadando en aguas pestilentes, rodeado de la miseria humana, se convirtió en una metáfora de la violencia y la degradación que imperaban en el Bronx.
Sin embargo, como muchas leyendas urbanas, la historia de Pepe está envuelta en un halo de misterio y contradicción. Algunos afirman haberlo visto con sus propios ojos, mientras que otros lo consideran simplemente un mito creado para aterrorizar a los habitantes de la zona. Lo cierto es que la figura de Pepe trascendió las fronteras del Bronx y se convirtió en un símbolo de la violencia urbana en Colombia. Su leyenda, aunque llena de exageraciones y elementos fantásticos, refleja la realidad de un lugar donde la vida humana tenía poco valor.