En el barrio de Usaquén, la incertidumbre y el miedo han tomado el control entre los vecinos, quienes han comenzado a reportar actividades sospechosas relacionadas con miembros del Tren de Aragua, una temida banda transnacional. Aseguran que estos delincuentes se hacen pasar por repartidores en la calle 140 de Cedritos y un joven conocido como «Carlitos», ha sido señalado como el presunto coordinador de sus acciones violentas. La situación ha escalado: robos, amenazas y vigilancia constante acechan a la comunidad.
Los residentes están frustrados por la falta de una respuesta efectiva de las autoridades locales, que, aunque niegan la presencia del grupo delictivo en la zona, no logran disipar el miedo que se siente en el ambiente. A pesar de que los habitantes han denunciado la escasez de patrullajes y operativos visibles por parte de la Policía, la inseguridad sigue en aumento, alimentando la sensación de impunidad.
Jóvenes en moto intentando robar celular a ciudadano en Usaquén, Bogotá
La preocupación se intensifica cuando el edil Michael González, advierte que algunos delincuentes están aprovechando el incumplimiento de un decreto sobre el uso del espacio público para infiltrarse entre los trabajadores informales de la zona. Durante un recorrido por el área, es evidente la falta de medidas de seguridad, lo que genera aún más desconfianza entre los ciudadanos.
Por su parte, el alcalde local, Daniel Ortiz, intenta tranquilizar a la población afirmando que se están reactivando las mesas de seguridad y que los operativos se realizan a diario. Sin embargo, los vecinos siguen insistiendo en que, mientras la impunidad avance al mismo ritmo que la inseguridad, su tranquilidad y bienestar están en riesgo, dejando un panorama inquietante para la comunidad de Usaquén.