México está de luto tras el hallazgo de más de 200 pares de zapatos en el rancho Izaguirre, ubicado en Teuchitlán, Jalisco. Este descubrimiento, realizado por las madres buscadoras que rastrean a sus hijos desaparecidos, revela un campo de exterminio y reclutamiento forzado para las filas del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Vicky, una madre buscadora en Jalisco, relata cómo recibieron una llamada anónima que las llevó al rancho. Allí encontraron ropa y accesorios, pero no pudieron entrar debido a la oscuridad. Al regresar, las autoridades les impidieron trabajar, pero lograron tomar fotografías y vídeos como evidencia de la presencia de personas reclutadas sin su consentimiento.
El rancho, catalogado como un centro de entrenamiento y exterminio para el CJNG, está a una hora de Guadalajara. Liderado por Nemesio Oseguera Cervantes, alias «El Mencho», el lugar alimentaba las filas de ejecutores a sueldo del cártel, mostrando la letalidad contra quienes se niegan a ser parte del grupo.
Hallazgo de los zapatos de las víctimas
El hallazgo de los zapatos junto con cuadernos y mensajes de despedida, ofrece detalles de las víctimas antes de su muerte. Indila Navarro, otra madre buscadora, encontró ropa, casquillos, cargadores de armas, así como fotografías y mensajes en una Biblia.
Karina Cancino destaca la carta de un joven en Guanajuato, otro estado afectado por la violencia, que se despidió de su pareja antes de ser recluido por el CJNG. Las víctimas sobrevivientes hablan de las torturas y trabajos forzados que padecieron en el rancho.
Expertos aseguran que este centro de exterminio es solo uno de muchos en México, especialmente en estados como Sinaloa, Michoacán, Zacatecas, Jalisco y Tamaulipas. Las narraciones reflejan la desesperación de quienes fueron detenidos contra su voluntad, y las madres buscadoras enfrentan intimidaciones y amenazas en su búsqueda de justicia.