La falsa promesa de un viaje seguro se ha convertido en una pesadilla para miles de colombianos que utilizan plataformas de transporte.
En su reciente investigación, el periodista Steven Mora desvela una alarmante realidad: los usuarios de estas aplicaciones están expuestos a una serie de riesgos que van desde simples robos hasta agresiones físicas y sexuales. A pesar de las promesas de seguridad y verificación de conductores que hacen estas plataformas, los testimonios de las víctimas revelan un panorama muy distinto.
Accidentes de tránsito, asaltos a mano armada, acoso y hasta secuestros son solo algunos de los incidentes reportados. Lo más inquietante es la respuesta, o más bien la falta de ella, por parte de las empresas. Muchas víctimas se sienten abandonadas a su suerte, sin que las plataformas les brinden el apoyo necesario para enfrentar las consecuencias de estos hechos.
La falta de protocolos claros para atender estas situaciones, la demora en las respuestas y la aparente indiferencia de las compañías han generado un profundo sentimiento de desprotección entre los usuarios. Esta situación plantea interrogantes sobre la responsabilidad de las plataformas en garantizar la seguridad de sus clientes y sobre la necesidad de una regulación más estricta del sector.
Es urgente que las autoridades competentes y las propias empresas tomen medidas para garantizar la seguridad de los usuarios y que se establezcan mecanismos efectivos para atender las denuncias y brindar el apoyo necesario a las víctimas. La vida de las personas no puede seguir siendo puesta en riesgo por la búsqueda de una solución de movilidad cómoda y económica.