La reciente ejecución de Martín García Corrales, alias «El Tano», ha sacudido los cimientos del Cártel de Sinaloa. Si bien las causas oficiales apuntan a una disputa interna, las versiones extraoficiales sugieren que detrás de este violento desenlace se esconde una compleja trama de traiciones y alianzas rotas. Según expertos en narcotráfico, la caída de «El Tano» estaría directamente relacionada con una supuesta falla a «La Mayiza», esposa de Ismael «El Mayo» Zambada, quien ha consolidado su poder dentro de la organización.
La influencia de «La Mayiza» ha crecido exponencialmente en los últimos años, convirtiéndola en una figura clave en la toma de decisiones dentro del cártel. Se especula que «El Tano» pudo haber revelado información confidencial, negociado por su cuenta o simplemente haber desafiado la autoridad de «La Mayiza», desencadenando así su ejecución. Esta hipótesis cobra fuerza si se considera que «El Tano» era un hombre de confianza de «El Mayo» y que su eliminación envía un claro mensaje a los demás miembros del cártel: la lealtad a la familia Zambada, y especialmente a «La Mayiza», es innegociable.
La muerte de «El Tano» no solo representa una pérdida significativa para el cártel, sino que también revela las profundas fracturas internas que están erosionando la estructura de una de las organizaciones criminales más poderosas del mundo. Este evento marca un nuevo capítulo en la sangrienta historia del Cártel de Sinaloa y plantea interrogantes sobre el futuro de la organización en un contexto de creciente presión por parte de las autoridades y de las facciones rivales.